John Ruskin (The Seven Lamps of Architecture, 1849) “La arquitectura es el arte de levantar y de decorar los edificios construidos por el hombre, cualquiera que sea su destino, de modo que su aspecto contribuya a la salud, a la fuerza y al placer del espíritu” (del Cap. I).

José María Smith Solaun es un arquitecto vocacional con el linaje en la sangre. Heredero de la tradición Arquitectonica bilbaína hasta el punto de mantener hasta en los mas insignificantes detalles, en su actual estudio, el que fuera de su abuelo D. Manuel Smith Ibarra en Bilbao - el mismo que fuera de su abuelo D. Manuel Smith Ibarra-

D. Manuel Smith Ibarra, el que fuera el arquitecto de los que conformaron el Bilbao de principios del siglo XX. Que conjugaba la vivencia de la casa, con la elegancia de sus formas. Escaparate del ayer, que aún hoy pervive.

D. Juan Carlos Smith Prado, la segunda generación de grandes arquitectos, hombre de mirada limpia y alegre, dedicó gran parte de su talento a obras de carácter religioso, tan unidas a la realidad de la sociedad vasca.

Ser respetuoso con la tradición no es estancarse en ella. Respetarla, admirarla y crear nuevas formas y propuestas desde el conocimiento de la tradición es la manera que Smith tiene de plantear su obra.

La obra de un hombre, de un arquitecto, es reflejo de su corazón. Su técnica, su firma y la gran personalidad de Smith se refleja en su obra y en la pasión que pone al describirla.

Es Smith una persona de “interés vital” por cuanto todo le interesa. Pero su inspiración se encuentra sobre todo en la naturaleza y en la complejidad de lo sencillo.

Versátil para plantear y llevar a cabo todo tipo de obra (civil, religiosa, arquitectura grupal, dotacional y arquitectura para los que quieren compartir su visión de la estética aplicada)Smith es un ejemplo de esos bilbaínos que viven hacia dentro y hacia fuera su vocación y su pasión. Más de un siglo compartiendo un apellido que es sinónimo de “Bilbainismo Internacional” referido a la arquitectura.

La cuarta generación la completarían Fernando y Álvaro Smith Alarcón de la Lastra, asegurando así el futuro de este reputado estudio de arquitectura, ya internacional pero siempre bilbaíno.